Cuando el hacha de dividir llega a sus límites, las cuñas de dividir proporcionan troncos prácticos.
En cuanto necesites troncos para una hoguera o quieras almacenar madera para otros fines, debes partir la madera recién talada. Por una parte, cuanto más se seca, más difícil es partirla y, por otra, su poder calorífico se reduce porque se produce una putrefacción interna. En cambio, si la madera talada se procesa rápidamente, los troncos pueden secarse mejor, lo que aumenta su poder calorífico.
Hay varias formas de partir troncos. Como alternativa a la costosa y voluminosa divisora hidráulica de troncos, merece la pena utilizar un hacha o un martillo de división.
Sin embargo, algunos troncos o tipos de madera son tan nudosos o están tan crecidos que incluso el martillo de hender más pesado llega a sus límites. Aquí es donde entran en juego nuestras cuñas de separación forjadas.
Enorme potencia gracias a su diseño especial
Las cuñas de separación tienen diferentes formas, tamaños y diseños. Su diseño especial las hace especialmente adecuadas para partir madera dura y piezas de metro. Las superficies de las cuñas están provistas de un perfil especial. Las “escamas” laterales impiden que la cuña salte, las ranuras y las almas insertadas proporcionan una mejor guía, reducen la resistencia y, al mismo tiempo, aumentan el efecto de hendidura. Para que la cuña se adhiera mejor a la madera al aplicarla, nuestras cuñas de separación son fáciles de aplicar gracias a su punta afilada y encuentran rápidamente un buen agarre en la madera gracias a unas muescas especiales. Todas estas propiedades de las cuñas de división garantizan que la leña pueda dividirse en troncos manejables, fácilmente transportables y de secado rápido con sólo unos golpes.
Las cuñas giratorias son aún más eficientes
Una forma especial de cuñas de división son las llamadas cuñas de división giratorias. Además, su forma especial ayuda a romper la madera al partirla. Debido a su torsión, la fuerza del impacto se transfiere aún más eficazmente a la madera, ya que el efecto de división se incrementa enormemente por el mayor ángulo de la cuña.
Utilizar correctamente la cuña
Independientemente del modelo que acabes utilizando, el uso de las cuñas de separación sigue siempre el mismo principio: no coloques la cuña demasiado centrada para grandes trozos de madera y asegúrate de que está alineada lo más paralelamente posible a la dirección de la veta. Ahora puedes clavarlo con ligeros golpes de martillo -si es necesario con un martillo pequeño- hasta que quede firmemente colocado. A continuación, la cuña se clava en la madera con un martillo pesado hasta que se rompe. Para ello, lo ideal es utilizar un martillo especial para hender, que también tiene una cabeza de hacha en un lado. De este modo, podrá -en caso necesario- seguir ayudando con golpes dirigidos sin tener que cambiar de herramienta con demasiada frecuencia. Si la cuña desaparece en la madera -lo que puede ocurrir sobre todo con piezas de un metro-, puedes añadir una segunda cuña de madera hasta que la madera se parta.
Prestar atención a la seguridad al trabajar con cuchillas de remachar
Como en todos los trabajos forestales, lo mismo se aplica a la división con cuñas: ¡La seguridad ante todo! Cuida de ti y de tu entorno. Lleva ropa protectora adecuada y gafas de seguridad.
Los martillos divisores o las hachas divisoras con cabezales de impacto de PE ofrecen la máxima seguridad.